El lugar que hoy marca mis recuerdos de infante, lo percibo a las 4 de la tarde como un lugar de ambiente cálido y fresco, detrás de mi casa a orillas del río san juan, corriendo por la arena con mis dos intrañables amigos, rogando a dios que se pudiera pescar algún barbudo, comprábamos anzuelos y cortábamos varas con lo que nuestros padres nos daban para el recreo, no había satisfacción mas grande que que poder llegar a la casa y que mama expresara que lo había pescado serviría de alimento, hasta hoy entiendo que no era gran cosa pero que mis sueños de niño me convertían en un GRAN PESCADOR..................
No hay comentarios:
Publicar un comentario