A lo "largo" de mi vida he pasado por mas de 8 lugares que yo nunca considere hogares, de hecho después de un tiempo establecida en alguna casa, ya quería pasarme a otra, conocer gente nueva y sobre todo DISEÑAR el espacio que me iba a "pertenecer" hacia garabatos de donde quería que quedara cada cosa, imaginando que eran planos arquitectónicos como los que veía en alguna revista que ojeaba en la calle......
Sin embargo por tantos, lugares que considere mios, en especial recuerdo uno, de una unidad residencial cualquiera, en un barrio cualquiera, con unos apartamentos aparentemente grandes para mi edad de ese entonces (5 años).
Ahora tengo un criterio diferente frente a ese apartamento, pero los sentimientos hacia el aun siguen vigentes. Un apartamento pequeño, lúgubre, en un sótano, donde la luz era escasa, pero mi cuarto se apoderaba de los destellos de luz solar que la hacían mágica, era pequeño, con ventanas abarrotadas por seguridad, pintadas en un rojo un tanto escuelero, la puerta era de madera ideal para colgar mis pinturas, al salir de mi cuarto te encontrabas con el baño social y a mano derecha estaba la habitación principal, o sea, la de mis padres, por si la pesadillas controlaban mis sueños, y del lado izquierdo, un corredor pequeño, que conducía directamente a la puerta principal y ahí estaba yo, viviendo en la oscuridad de un sótano donde pase los momentos de niña mas recordados.
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